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miércoles, 10 de octubre de 2012

Homeland, una serie para no perderse

 Un modo nuevo de hacer ficción

Inspirada por la recomendación de uno de mis blogs de cabecera, Morir en Venecia, me lancé a la búsqueda de la primera temporada de esta serie que acaba de recibir el Globo de Oro a la Mejor Serie dramática y a la mejor Protagonista Femenina, merecido trofeo para la versátil actriz Claire Daves.




Antes, algunas consideraciones sobre por qué comenzar la sección Unitarios en televisión en este blog. Me gustan las series. Me gustan las series norteamericanas. 
Admito que soy muy crítica de las políticas culturales estadounidenses, en general le escapo a su cine pochoclero, detesto las cadenas de fast food y sigo lamentando la colonización que nos ha hecho perder viejas costumbres como la de comprarle al almacenero del barrio para venderle el alma a los grandes supermercados que nos hacen creer que compramos "al mejor precio". Pero, debo confesar, ellos, los "yanquis", como me gusta llamarlos, son los creadores indiscutibles de las "series" televisivas. No importa si son comedias, como Friends, Los Simpsons, Sex and the city, o dramas que nos internan en la vida hospitalaria como Grey`s Anatomy, o Dr. House...  series de suspenso, policiales, perversitas como Nip Tuck... las hay para todos los gustos. Varias generaciones, compartimos este sentimiento, el de sentarnos frente al televisor y ver por enésima vez ese capítulo que ya vimos pero que se nos hace imposible desechar cuando pasamos con el zapping. 
Siempre estuvieron y  están a la vanguardia de este formato y en varias ocasiones han transformado el espacio intrascendente de la caja chica en un espacio para el arte. Algunos guiones son verdaderas joyas. Es una lástima, que en el afán de hacer durar el éxito,  muchas veces se prolongue lo bueno para terminar desgastándolo.

Sinceramente, lo que más me pesa de ver series es la obligación de acordarme del día y la hora. Esa atadura me hizo perder en el pasado muchas propuestas interesantes. Pero ahora las cosas cambiaron. Mis hijos me enseñaron ese modo nuevo que tienen los jóvenes de ver televisión: desde la computadora, a la hora que quieren, dosificando el material  a demanda del tiempo y del interés.


La primera temporada de Homeland, con sus 12 hipnóticos capítulos no da tregua. El guión es brillante. Ya desde el primer capítulo se ponen sobre la mesa todas las cartas: intriga, espionaje, sexo, relaciones familiares, la verdad y la mentira, la traición, la enfermedad, los traumas, la religión. Pero también hay un interesantísimo trasfondo político social, nada más ni nada menos que las relaciones de Estados Unidos con Irak después del 9/11. Y eso es lo que más me moviliza, que una serie norteamericana indague, valiéndose de la ficción, esa oscura y vergonzosa historia reciente y real : la manipulación de los medios, la hipocresía del poder, los ataques norteamericanos a poblaciones civiles en Irak, la utilización de la tortura en ambos bandos, la paranoia de muchos, la omnipotencia de algunos, el controversial sentido de heroísmo de una nación en armas.


Ya la realidad nos dio la lección de que ninguna ficción puede compararse a la transmisión en vivo y en directo de los atentados de Al-Qaida a las torres gemelas del Wold Trade Center... Homeland, sin perder su condición de puro entretenimiento, dispara muchas preguntas éticas, pinta seres humanos contradictorios y vulnerables, sugiere que tanto en Oriente como en Occidente todos los hombres tienen el mismo talón de Aquiles: la necesidad de amar y ser amados.
Y no les voy a contar nada de nada de Carrie ni del Sargento Nick Brody... Consigan la serie en DVD o bájenla en Torrent y emprendan el alucinante viaje a Homeland, para prepararse para la segunda temporada que ya va por el segundo capítulo por Showtime.
No se la pierdan y después me cuentan...

2 comentarios:

  1. Coincido, Lili. El guión es brillante, y los dos protagonistas tienen una riqueza poco común. Esa forma de temblar, esa angustia que estalla al suspirar... los dos actores realmente estremecen.

    Tengo un episodio favorito de la primera temporada, al que vi más de una vez. Es el que transcurre en la cabaña de la familia de Carrie. Todo lo que pasa ahí es totalmente inesperado... y a la vez fabulosamente romántico. Y el careo final debe ser uno de diálogos mejor escritos de la historia de las series.

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  2. Hola Caro! Qué difícil elegir un episodio favorito... a mí me gustó mucho Fuegos cruzados, la relación de Sargent Brody con Issa es una apuesta muy audaz del director. Más allá de todo, queda la más pura humanidad, en los sentimientos que aparecen en la cabaña como vos decís, o en lo completamente puro y sanador que hay en la relación verdadera con un niño, y a través del lenguaje, aprender la lengua del otro. Hoy me esperan los episodios 1 y 2 de la segunda temporada a la vuelta del trabajo... Buen plan.

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