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sábado, 17 de marzo de 2012

Xochimilco, los colores de México

México en mi vida

A Analía, Fernando, Alejandra , Fermín y sus hijos: mi familia en México

Decoración de las trajineras
 "México lindo y querido/si muero lejos de ti/que digan que estoy dormido/ y que me traigan aquí.."

 Cuando tenía 16, 17 años, recibía en mi casa los fascículos de la colección "Grandes maestros de la pintura".  Me gustaban sobretodo las entregas sobre los pintores impresionistas, pero los dedicados a los muralistas mexicanos me marcaron para siempre. Rivera, Siqueiros, Orozco y esa descomunal fuerza. Luego vendría "Pedro Páramo" de Juan Rulfo en quinto año de la secundaria,  más tarde Frida Kahlo y por último "Arráncame la vida" de Ángeles Mastretta. Por ahí, por el arte y por la literatura, a mí se me metió México en el corazón.
Pero no fue solamente eso, sino haber conocido a Fermín en la adolescencia. El novio de la hermana de mi mejor amiga. Fermín con su acento, con sus modismos mexicanos, con su numerosa familia, fue el contacto directo con esta cultura fascinante. Fermín era un pedacito de México, acá en Quilmes. Las vueltas de la vida hicieron que todos se fueran yendo para allá, mis amigos del alma. Y hacia allá se llevaron una parte de mi corazón.
Hoy quiero hablar de México, no de sus playas que no conozco sino del DF, con su barrio colonial de San Ángel y los coloridos frentes de las casas con buganvilias fucsias en flor; Coyoacán y la casa azul de Frida;  la Catedral, Bellas Artes, el Palacio de Gobierno con los frescos de Rivera, el Museo Antropológico, su tráfico inverosímil, su Sanborns de azulejos, su color local.
Amarradero de Xochimilco
Uno se siente latinoamericano en México, en ese humano desorden, en la historia del imperio azteca que está a la vuelta de la esquina, en el olor de la comida callejera, en lugares tan mágicos y tan, tan pintorescos como Xochimilco.
Para los argentinos, es imposible no hacer la asociación entre los canales de Xochimilco y el Delta del Tigre con sus paseos en lancha. Pero pasear por los canales de Xochimilco implica meterse en una fiesta de color, de música y de aromas. Las trajineras, estos coloridos barquitos, permiten además del paseo, beberse una cerveza o comer una comida típica. Algunos llevan los infaltables mariachis que entretienen a los pasajeros y así se van cruzando las canciones de los distintos barcos. A ambas márgenes del canal pueden verse hermosos jardines y viveros y una exuberante vegetación.


Lo que más me gusta de este pintoresco paseo es que es una fiesta popular, que no está reservada solo al turismo, como pasa un poco con Caminito en La Boca, que en los últimos años ha perdido su esencia ya que todos los conventillos fueron convertidos en tiendas de souvenirs.
Ojalá la vida me lleve alguna vez más a México, para respirar esa alegría vital, para protestar por sus infinitos y eternos embotellamientos, para volver abrazar a mis amigos del alma.






7 comentarios:

  1. Eleonora, amiga, qué decirte de estas bellezas que nos regalás. Creo que encontraste un formato escrito que te queda justo, perfecto, no te tira de sisa ni te sobra de manga: en cada texto estás vos, genuina, transparente, apasionada, generosa. Me llena de alegría y de orgullo leerte. Casi casi tanto como escucharte. Gracias. Te quiero.
    Diana

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    1. ¡Gracias, Diana! ¡Qué suerte que pudiste leer y que te haya gustado el blog! Tu opinión es muy importante para mí. Yo también te quiero, amiga.

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  2. Hola Eleonora, coincido plenamente con Diana, a quien me alegra encontrar al menos en este blog :-)Cada vez que me llega una entrada tuya sé que los próximos 5 minutos serán de deleite y sorpresa. Así que espero la próxima.
    Sandra.

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    1. Hola, Sandra!! Qué lindo encontrarnos en este espacio tan gratificante. Sé de tu vida por Lili, y ahora también por Eleonora que te hizo brillar en sus "Lugares con magia".
      Te mando un abrazo grandote y ojalá nos veamos la próxima vez que viajes!!
      Diana

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  3. Eleonora (qué lindo nombre).Xochimilco:qué hermoso paseo para nosotros los argen...tinos! Esencantador pasar en la lancha sentir el ambiente.ver llegar las lanchas vendedoras,los mariachis cantando y llevando sus instrumentos!Vale la pena viajar a Mexico y conocer este lugar.

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  4. Maravillosa crónica... México es un lugar energético por su creatividad y su historia.
    También te cuento, que hace muchos años, un adolescente a unos 30 km de tu casa, también recibía en su casa los fascículos de "Los grandes maestros de la pintura"...quizás los dos al mismo tiempo hojéabamos la misma revista, podrá ser? Demasiadas coincidencias que hicieron de estas y otras "casualidades" algo hermoso...
    Yo me entiendo.
    El blog está cada vez mejor !!

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  5. Estimada Eleonora, un lugar tan comun como xichimilco pasa a ser unlugar maravilloso después de leer su crónica.

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